La vivienda, de servicios y complejo comercial Terraços de Bragança ocupa una parcela de casi 5,000 metros cuadrados de superficie situada entre António Maria Cardoso y Alecrim, en una zona perfectamente consolidada. Se tuvo cuidado de establecer un diálogo con el entorno y una lectura concienzuda del terreno, su topografía y las huellas dejadas por los que habían vivido allí. Estas huellas se remontan al menos al comienzo del siglo 14, el período de realización de la muralla de la ciudad de Fernandina. La construcción de esta estructura de defensa define claramente la frontera de la metrópolis, reforzando lo que una vez fue una frontera natural- la fuerte pendiente existente en el terreno. Estas tierras se habían urbanizado progresivamente, tanto en el interior, como en el exterior de las murallas de la ciudad, con la construcción de nuevas carreteras y edificios en la cima de la colina.